Nota: Quise compartir uno de mis escritos más inspiracionales, configurado a partir de entendimientos impartidos y activados en aquéllos tiempos de Reforma con primogénitos en pleno inicio del Siglo XXI en Venezuela‼ Espero construya nuevos niveles de entendimientos, despertares revelacionales y sirva de plataforma para lo operacional en lo personal y corporal‼ Seguramente yo mismo hoy diría esto de otra manera; sin embargo, espero extraigas el espíritu de la letra contenida en el intento‼
El Tiempo de Reformar
Todas las Cosas
Quiero que
partamos de una premisa. Es decir, un
fundamento. Todos lo sabemos: Dios en
Jesucristo abrió un nuevo tiempo, una nueva era, una dimensión oculta y
guardada para un tiempo. En Jesucristo
develó el misterio escondido, al punto que la historia la puedo ver en tres
etapas del plan divino: La Primera Creación, La Creación “Caída” y La Nueva Creación. Esta,
Aperturada por y en Jesucristo; muy diferente y distinta de las anteriores,
aunque todas con un hilo de propósito divino.
Hay que destacar que esto sucedió no sólo por la
significación de la muerte y resurrección de Jesús, sino en el mismo nivel de
importancia (aunque creo que más determinante), por Su vida, su carácter y su
persona. Por eso, Jesucristo trajo un
Nuevo Orden de cosas para ser contextualizadas en cada hombre, familia, cultura
y sociedad en el marco de sus principios. Los principios del Reino de Dios.
Quiero que
dejes de ver a Jesús como el personaje que tenía que venir expresamente a morir
por los pecados de la raza humana y reconciliarlos con Dios. Ok! Eso es cierto, y es grande, pero es
fundamento. Lo que necesitamos ver es al
Jesús que bajo la unción Cristos apertura con su vida y su obra el Nuevo
Orden de Dios. Aunque más que nuevo, fue
lo anunciado y esperado.
De
modo que existía y ha existido un claro y definido orden antiguo, el cual
necesitamos desmembrar, precisar y develar para saber
cómo dejarlo atrás y posicionarnos en lo nuevo y anunciado.
Hubo una manera antigua de hacer las cosas con referencia a
Dios. Una forma de vivir a Dios y
relacionarse con El. Antes de Jesucristo hubo formas, leyes, rituales,
sacrificios, pactos, cultos, tabernáculos, promesas, sacerdocios, lugares
altos, altares de pactos y adoración, eventos simbólicos y proféticos. Toda una construcción de vida litúrgica que
fue diseñada HASTA EL TIEMPO DE REFORMAR TODAS LAS COSAS (Hebreos 9:10). Hasta el tiempo en el cual se presenta Lo
CRISTOS visiblemente.
Pablo habló de
esto en el sentido de una ley añadida, hasta que viniera La Simiente, El Primogénito
y su linaje (Gal. 3:19). De esta manera
Jesucristo es el mediador para un Nuevo Pacto que implica un nuevo orden de
cosas. Por eso el principio de este
tiempo es Reformar, reconstruir y no avivamientos; principio bajo el cual todas
las cosas podrán ser rediseñadas, alcanzando su plenitud visible y
manifiesta de esta Nueva Creación. Por
supuesto, dejando atrás toda secuela del pacto antiguo y su sistema, aunque
haya sido divino, bueno y funcional en su tiempo (Heb 8:8-13).
Ahora, este
nuevo orden fue anunciado por los profetas con un nuevo pacto como fundamento y
principio regidor. El profeta Jeremías (3:
27) decía que Dios haría un Nuevo Pacto con los hombres; se establecería una
nueva relación entre Dios y los hombres y por ende, entre ellos mismos y todo
lo creado; sin formas, rituales ni cultos intermediarios. Dios en los hombres como principio fundamental
y suficiente. Serían morada de Dios y la ley estaría escrita en la
mente y el corazón de todos y cada uno.
Nadie enseñaría a otros de Dios, sino que todos le conocerían. En esencia el profeta habla de “Dios en los
hombres”. La ley escrita en la mente y el corazón, más
no enseñada. Una relación diferente
donde siempre habrá el perdón que olvida por completo. Una relación directa (person to person). Todos conociendo a Dios aun sin enseñarles previamente
de El. No habrá lugar que no conozca de
su persona y su ley. ¿Entiendes esto?
¿Sabes las implicaciones que tiene este pacto para el nuevo orden en la unción
CRISTOS? ¿Reconoces que no vives ahora
bajo las normas antiguas, sino bajo un principio esencialmente divino e
interno? ¿Reconocemos que la Reforma
debe establecerse en todas las cosas, ya que es la exigencia del Nuevo Pacto
aperturado y entregado a nosotros?
¿Sabías que
hombres de Dios en la antigüedad tocaron este nivel de relación y amistad con
Dios? Tocaron lo venidero, aunque el pueblo vivía y disfrutaba la gloria del
orden de ese tiempo. Moisés hablaba cara
a cara con Dios, pero el pueblo no!
Ellos decían: Ve tú y habla por el pueblo, a nosotros nos dejas el
Tabernáculo, el culto y los sacrificios.
Ve y tráenos la ley porque hemos violado el orden natural, por eso
necesitamos reglas y controles. Pero
Moisés era amigo de Dios y tenía su propia tienda y habitación espiritual. David también tocó lo venidero; el principio
de la Reforma. En cierta ocasión, basado
en su amistad con Dios, su pacto y el entendimiento de su destino, entró y tomó
los panes del altar, lo permitido sólo para los que servían en el templo, y los
dio a comer a sus seguidores que morían de hambre…….
(El Propósito estuvo por encima de lo litúrgico)
David traspasó la relación basada en lo externo y sus reglamentos, por una
relación basada en pacto, propósito y
amistad con Dios. Aunque el pueblo vivía
la grandeza de la gloria presente: la ley, el culto, el templo, los sacrificios
y la liturgia. No obstante David tocó
con su dedo la gloria de la vida con Dios basada en el Nuevo Pacto. Los antiguos pudieron tocarlo, pero la Reforma lo trae en su
plenitud.
La Reforma de
Todas las Cosas te quita todo aquello antiguo y circunstancial y te deja en
amistad franca y directa con Dios, poniéndote en un mundo a vivirlo para
transformarlo todo. Ese es el Nuevo
Orden basado en el Nuevo Pacto. De esto
quiero hablarte aquí. De evaluar lo que
crees, lo que vives y lo que haces hoy.
De romper con lo antiguo, de dejar las muletas, de sacar babilonia no de
nuestras iglesias, sino de nuestras vidas.
La Reforma
comienza por dentro. Te hablamos de
cambiar total y radicalmente para arrebatar lo divino, lo que es invisible,
eterno, sin forma, sin lugar, sin punto externo de referencia. De esto quiero hablarte, de quitar lo falso,
antiguo y obsoleto para traer lo nuevo y anunciado, lo perfecto y eterno.
De la vida
de Jesús se desprenden los principios y verdades regentes para la vida de los
hombres en la Reforma
de hoy. Todo lo que El trajo, dijo y
vivió fue nuevo. El es el sistema nuevo. Jesús Cristos trae sobre sí mismo el
reordenamiento de todas las cosas. Los
religiosos de su tiempo le juzgaban y rechazaban por no seguir las normas ni
las reglas tradicionales. Le acusaban de
andar con los pecadores, de ser comelón y bebedor. El no siguió los patrones regulares, excepto
los casos en los cuales quiso dejar una enseñanza más profunda. En una ocasión les dijo:
“Yo no vine a abrogar la ley, sino a cumplir”… a darle el sentido
correcto a su cumplimiento. Aunque
visitó las sinagogas, su culto fue personal y diario con Dios. Además de esto su lugar de operación no
fueron las sinagogas ni el Templo, sino los pueblos y las calles. Respetó el Templo y lo defendió cuando lo tomaron
como mercado, pero les dijo enfáticamente:
“Os digo que uno mayor que el Templo está aquí”. Yo quiero que tú puedas
decir esto en este tiempo, creo que deberíamos decirlo y comprometernos con esa
demanda; hablando sobre ti mismo hoy en postura de Nuevo Pacto: “Aquí tienes
algo mayor a la estructura eclesiástica de hoy; no necesitas ir allá; sígueme a
mí”.
Jesús guardó
el día de reposo, pero ministraba en El, al punto que cuando le confrontaban
acerca de un milagro realizado en el día de descanso, les decía: “El día de
Reposo fue hecho por causa del hombre y no el hombre por causa del día de Reposo. Por tanto, el Hijo del Hombre es Señor aun
del Día de Reposo”, es decir, el hombre en la correcta postura Cristos es
gobernador de todo lo sagrado, aun el día de Reposo. El día de reposo no te
regula, tú regulas ese día cuando estás posicionado. Jesús
dijo eso: Yo gobierno sobre todo lo
creado para regular y accesar relación.
Llegará el día cuando no necesitarás guardar días, fiestas, sino
relacionarte por fe y posicionamiento.
Jesús también dijo ser mayor que Moisés y los profetas, refiriéndose al
nuevo orden establecido como cosa mayor a partir de El y en El.
Jesús
Cristos puso muchas cosas en su lugar como fundamento para este tiempo de
reformar todas las cosas. Su gobierno no
lo determinó el poder sobre las tinieblas, ni las señales, sanidades o
milagros. En cierta ocasión dio
reconocimiento a quienes le seguían debido a que sus motivaciones eran
correctas, les dijo: “Me buscan no porque ven las señales, sino porque
comisteis el pan y os saciasteis”. Luego
les dijo: “Yo soy ese pan”. Jesús
reconoció que esta gente le siguió no por las señales que vieron, sino porque se encontraron con la nueva vida y
eso los llenó y cambió radicalmente! Es
bueno recordar que Jesús no vino a hacer señales y milagros, sino a mostrar un
carácter de Hijo en intimidad sujeto al plan personal del Padre. Milagros y señales le antecedieron con los
profetas y mayores dijo que harían sus seguidores. Ese no es el punto. Aunque cause un impacto a la gente, no es el
fin, ni el medio determinante para mover el corazón de la gente hacia
Dios. El cambio verdadero viene por
entendimiento, humildad y reconocimiento de la verdad.
Jesús entonces reconfiguró
las cosas estableciendo el orden, de tal manera que si no vives la vida bajo
sus principios, estás en el orden antiguo todavía.
Entendamos
algo más del Nuevo Pacto. Va más allá de
perdonar tus pecados o cambiar tu condición pecaminosa. Va más allá de un propósito personal
contigo. Va más allá de
evangelizar. Va más allá de conocer al
Jesucristo salvador personal, o la salvación del “infierno”. El Nuevo Pacto es para un reordenamiento de
todas las cosas. No es para salvarte a
ti, es para que tú te reconstruyas y pongas las cosas en su lugar en todo
aquello que está alrededor tuyo. El
Nuevo Pacto trae consigo la Reforma total del hombre y mujer, abordando todos
sus sistemas de vida en familia y sociedad.
De esta manera Dios desea dar visibilidad a su gobierno divino como la Nueva Creación en
toda su plenitud y manifestación.
El Nuevo Pacto es una cosa mayor y mejor para nosotros, más
allá de lo que vivió cualquier otra generación.
Nos toca la gran tarea de pernear desde sus raíces a toda la Tierra; derribando
internamente lo que debe ser visible externamente, desde niveles personales
hasta lo social. El Nuevo Orden
basado en el Nuevo Pacto permitirá producir en la Tierra cosas inimaginables
para la mente natural. Sus principios
rigiendo la vida personal y social en el marco esencial de este Nuevo
Pacto.
Quiero que
sepas que Dios no funciona en el cielo, funciona en la Tierra. Todo el orden vivido en lo
celestial es natural, el desorden está aquí en lo visible. Por eso el cielo es para ser traído a lo
terreno. El Nuevo Pacto nos lleva a
fusionar lo invisible con lo visible, siendo una sola cosa, en todo. No abra estructura, organización que no esté
cargada de lo divino; de justicia, amor y verdad. Aunque todo esto se desprende del
individuo, la tarea no es sólo la búsqueda de un cambio individual. Hay sistemas armados y organizados en injusticia que funcionan solos porque
fueron creados por mentes y corazones injustos y anticristos. Por eso y para eso Cristos es naturaleza y a
la vez conocimiento para transformar, para derribar con sabiduría, para
cambiar, construir y gobernar. Esa es la
aplicación práctica y visible del Nuevo Orden.
Dios en plenitud en el corazón y el alma humana, con todo lo que implica
el tenerle en sabiduría, amor, justicia, humildad, conocimiento, verdad,
propósito personal, fuerza, eternidad, libertad; y éstos dejando su esencia en todo lo que
tocan con gobierno. Pablo dijo de esto:
“Todo es vuestro”- sujeto a ustedes, y
ustedes son de Cristo, y Cristo de Dios.
Es decir, todo lo Cristos sujeto a Dios.
Este es el Orden!
El Nuevo Pacto te lleva más allá de ser Hijo de Dios. Te lleva a ser semejante a El (Jn. 3:2); a
que puedas decir: “El Padre y yo uno somos”.
Si no puedes decir esto, no tienes fe y aun vives la gloria pasada. Recuerda que cuando eres semejante a El, ya
no eres siervo, ni hijo, sino amigo; y
no hay sujeción porque hay acuerdo por pacto y amistad, debido a la esencia
misma que se comparte. Hasta allí debe
llevarte el Nuevo Pacto, y mucho más allá.
Evidentemente
hay un orden antiguo que sirvió y funcionó, pero era sólo sombra de lo que
estaba por venir. Sin embargo todavía lo
traemos a cuesta, pero renovado; pretendiendo hacer ver que estamos en otro
nivel con Dios, en lo nuevo de Cristo.
Pero este sistema antiguo todavía está en nuestras canciones, en lo que
predicamos, en las enseñanzas bíblicas, en nuestras oraciones, en nuestras
misiones y aun en la razón por la cual nos congregamos. Pero Dios no pidió
“reordenamiento”, pidió traer Lo Nuevo. No hemos matado al Adán viejo, sólo lo
vestimos diferente. El miedo al cambio
ha sido más fuerte que la pasión por traer lo nuevo de Dios para la Tierra en toda su expresión
plena. Se nos hace más fácil todavía
agrupar a la gente alrededor de una cultura de templo que cambiar individual y
corporalmente según la demanda divina; convirtiéndonos en vidas modelos y
llevando a la gente a reunirse alrededor de un sistema de vida enmarcado en los
principios del gobierno divino. Creo que
así afectaremos toda la Tierra
con sus culturas y sub-culturas.
Recuerda que el Reino de Dios es el gobierno que opera desde el corazón
a la vida entera, sujetando y afectándolo todo.
Para esto no necesitas templos, cultos, campañas, congresos de adoración
y alabanza; sino el ser plenamente
hombre y mujer de carácter divino en una relación correcta con Dios y con la
gente de Dios.
Recuerda que
entendimiento en lo Cristos te llevará a cambiar y crecer y a manifestarlo
visiblemente en lo cotidiano. Esto busca el Nuevo
Orden basado en el Nuevo Pacto.
Pero pasar a otro lugar nos cuesta y duele. Lamentablemente los cambios hacia la demanda
divina no se producen porque muchas organizaciones caerían en quiebra si sus
imperios asumen las implicaciones del Nuevo Pacto. Por eso vemos en diferentes puntos de la Tierra cómo Dios propicia
desquebrajamientos de organizaciones dirigidas por grandes hombres de Dios con
el fin de “esparcirlos” “por toda Asia”, sacándolos de “Jerusalén” y hacer lo que el tiempo de Dios demanda que
se haga. No olvides que cuando Dios
gobierna las cosas pasan, o Dios hace que empiecen a suceder. Dios gobierna en las situaciones más oscuras
y problemáticas que jamás hemos imaginado.
Todo está cargado de su propósito amoroso. Dios nunca pierde. Por eso la Reforma ya comenzó. Hay uno aquí, otro allá que la han traído a
sus vidas. Pronto empezará a afectar una
generación y a toda la
Tierra. Este es el
Tiempo de la manifestación de todas las cosas, el tiempo de Dios.
Quiero
hablarte claro y sin sombras. Dios
siempre va a estar con su gente sea el nivel de entendimiento que sea donde se
encuentre. Sin embargo, su propósito aun
espera, y sólo trayendo el tiempo de la Reforma de todas las cosas su deseo será
satisfecho. Que no te satisfagan las
reuniones cargadas de poder, de milagros y de su presencia. Dios respalda la fe de sus hijos, pero su
plan no se agota allí. Que no te
confundan las grandes congregaciones con
multitudes de personas cambiadas por Dios, con grandes impactos sociales,
económicos y espirituales en una ciudad o nación. Dios puede estar allí pero, no su propósito
divino. El culto actual sigue siendo
continuidad del culto que el apóstol Pablo cuestionó en su tiempo. Aunque tengamos a Cristo y digamos que le
seguimos, lo litúrgico y fragmentos del antiguo orden se apodera aun de
nuestras iglesias y ni la reforma de Lutero, ni los nuevos moveres apostólicos
sobre la Tierra
lo han quitado de raíz. Todavía tenemos
a Moisés en nuestras reuniones, en lo
que cantamos y enseñamos; en nuestro lenguaje eclesiástico que nadie de afuera
entiende, y no por ser precisamente divino.
Todavía mantenemos rituales o formas del antiguo orden. Es más, déjame decirte algo claramente y sin
tapujos: El mismo culto en nuestras
reuniones es la práctica de la antigua forma de acercarnos y vivir a Dios. Todo ello tiene que morir junto con templos,
edificios y cultos. La Reforma sustentado en el
Nuevo Pacto anunciado siglos atrás, nos dará el diseño divino para ser vivido
como Nueva Creación. El principio será
el mismo defendido por Lutero: “El justo por la fe vivirá”.
Vivimos en el antiguo orden si revisamos que todavía; nuestros
cultos son el fin, todavía vamos allí a calmar nuestras conciencias. Todavía el templo es otra cosa y no Yo; pero
aun invertimos grandes presupuestos en mejorarlo, menoscabando la inversión aun
económica en los verdaderos templos de Dios.
Todavía necesitamos los fundamentos para no caernos. Todavía nos sostiene lo que hacemos y no “La Fe que obra por el Amor”. Todavía le esperamos porque no le hemos visto
llegar al corazón. Todavía hacemos
diferencia entre salvos y perdidos sustentados en una declaración de fe. Todavía necesitamos al sacerdote, pastor o al
profeta porque aun somos niños sin entendimiento. Todavía necesitamos llorar para aliviar
nuestras conciencias. Todavía pedimos
perdón. Todavía espero que Dios me
cambie y no me exijo cambiar yo mismo en su fuerza. Todavía le buscamos afuera cuando El vive y
ha estado siempre adentro. Todavía
espero morirme para verle y ser como El.
Todavía espero ir al cielo y no que el cielo venga a mí para vivirlo en la Tierra. Todavía esperamos un fin
catastrófico para establecer el Reino de Dios y no que una generación Cristos
se manifieste y active todo lo divino de Dios en el planeta. Todavía buscamos ser perfectos, ya siéndolo. Todavía
queremos evangelizar a otros cuando el cuerpo se encuentra hecho pedazos,
esparcidos, con diferencias pero divididos sin fin común; cada uno corre su
carrera en nombre de Dios pero buscando su bien y no el del otro. Buscamos
convertidos pero no la unidad. Me pregunto cuánto estaríamos dispuestos a dejar
nuestros nombres, formas, misiones, lugares, verdades locales, liderazgos para
sujetarnos a lo Cristos. Recuerda, la
misión no culmina con la evangelización, la demanda está ahora sobre la unidad,
después vendrá lo otro. En fin, todavía
necesitamos las cosas antiguas porque al ser visibles nos dan seguridad de
estar en Dios. (agregado 2012: Estoy
soñando con ver a los Hijos de Dios siendo uno, apasionados por vivir e
impartir todo el Poder del Reino manifestado en ellos; sin ser parte de
denominación o religión alguna).
Pero, el diseño de la Nueva Creación es
para los valientes y los violentos. Es
para aquéllos que quieren acceder lo anunciado por los profetas, pero no vivido
todavía por ninguna generación. Ha
llegado el tiempo de reformar todas las cosas, y la Reforma comienza por casa,
para que sea genuina. Ha llegado el
tiempo de la manifestación de los Hijos de Dios. EL día de construir todo de nuevo. El día de quitar una cosa que fue buena,
necesaria y circunstancial para poner lo perfecto y eterno. Por eso la Reforma te quita y te da otra cosa. La
Reforma nos lleva a la esencia, al principio encerrado en las
formas. La Reforma es el levantamiento
de lo divino expresado por una generación.
Por eso te damos estas tecnologías de entendimiento, para que se hagan
vida y expresión cotidiana en ti, mas que revelación teórica y nueva. Aunque preferimos que las veas visiblemente
en vidas para que sean transferidas por la vía correcta; de vida a vida y no
por la letra.
Por eso insistimos que Reforma es el tiempo de los
hijos de Dios y sólo será traída en los
hombros de los hijos y amigos de Dios.
Allí no harás las cosas a la manera antigua, sino al modo de Dios, a la
manera preescrita por el cielo. La Reforma será una atmósfera
causada concientemente por los hijos entendidos en el tiempo, posicionados en
la vida del Nuevo Pacto plenamente. Por
eso reformar no será restaurar, ni acomodar.
Reformar es quitar todo lo que antes funcionó para establecer lo nuevo
bajo principios eternos y
olvidados. Por eso decimos que la Reforma te quita y te
da. La Reforma no dejará escapar
nada, todo lo falso caerá por tierra, el fuego de la verdad divina lo probará y
lo que es eterno permanecerá. Lo débil,
lo imperecedero, lo bonito, lo espectacular, lo fugaz será consumido. Allí entonces se levantará lo eternamente
verdadero y la esencia del Nuevo Pacto cubrirá la Tierra como las aguas
cubren la mar.
Por eso decimos
como el Apóstol Pablo: “Quita lo primero para establecer esto último” (Heb.
10:9). Quita el ritual para establecer
la vida de relación personal con Dios.
Quita las oraciones cargadas de palabrerías y establece el decreto de
hijo según Jesús lo enseñó con su vida.
Quita el culto y establece un estilo de vida posicionado en Dios. Quita la lloradera y falsa humildad y establece
una postura de hijo. Quita la idea de
pecado y establece la libertad de conciencia de pecado. Quita el miedo al
infierno y establece la pasión por el Reino.
Quita la sujeción y establece la amistad con Dios. Quita la búsqueda externa de la palabra y
establece los libros vivientes. Quita
las estructuras iglesias y establece los templos de carne y hueso. Quita los grandes congresos de avivamiento y
establece la Reforma
sobre la Tierra. Quita la cultura iglesia
dominical y establece las relaciones correctas.
Quita las doctrinas y establece los principios. Quita el falso
cristianismo y establece una vida de verdad.
El orden del
reino traerá a Dios completo a esta generación terrena. Dios no bajará de acuerdo a actividades y
programaciones eclesiásticas; no habrá días especiales, fechas claves o
reuniones determinadas para ver la vida de Dios en toda una sociedad. En este nuevo tiempo El no necesitará de
templos, cines o estadios para mostrarse con toda verdad y poder. Las cosas divinas más allá de los milagros,
señales y prodigios sucederán en lo interno del corazón del hombre y se expandirá
en los cafés, en las casas, en las oficinas, en los despachos presidenciales y
en todo sistema social, político, educativo y económico. Lo divino no lo detendrá ni las paredes de un
bar; y la demanda es aún mayor. En este
nuevo orden de cosas o eres o no eres; no hay punto medio. O eres libre o eres esclavo ignorante. O te metes en la corriente o serás llevado
por ella. Pero en ese día todos le
conocerá, nadie escapará al conocimiento de la verdad del Reino y su
Reforma. Cuando venga a ti, seducirá a
todos a cambiar y nunca más se ira hasta impregnarlo todo de lo divino. Pero ya está aquí, en otra forma de pensar,
de vivir, de ser, de hablar, de gobernar, de producir, de ministrar.
El
Nuevo Orden
traído por el Nuevo Pacto es la contracultura de este tiempo; la que viven los
hijos en otra realidad. Ya ellos no
necesitan la actividad eclesiástica para vivir a Dios y traer su propósito a
manifestación. Porque las cosas pasan
ahora en lo interno del corazón y más allá de cualquier pared u
organización. Ya ellos no necesitan el
vocabulario cristiano para enseñar a los hombres a vivir a Dios. Ni necesitan de los grandes congresos para
que un país sea afectado por el Reino de Dios y su verdad. En esta nueva construcción de las cosas no
necesitarás oración, sino fe. No
necesitarás congregarte, sino relaciones correctas. No necesitarás pastores que te ministren y te
impongan las manos, sino el ser reformado en tu hombre interior viviendo por lo
que tienes de Dios por dentro, en acuerdo con el cuerpo. No necesitarás
sentimientos para gemir en tus peticiones, sino fuerza en el carácter de tu
posición para decretar “sea hecho”. No
necesitarás ir a las naciones; ellas vendrán a ti. No necesitarás la actividad eclesiástica para
traer a los perdidos, sino una familia
donde en toda la manera de vivir Dios sea visto. No necesitarás una estructura iglesia con
reuniones especiales para jóvenes y adolescentes con el fin entretenerlos y
enseñarles lo que sus padres o la sociedad misma debería darles con el fin de
hacer de ellos hombres y mujeres de bien, con propósito y destino. No necesitarás buscar a Dios, sino
manifestarlo. No necesitarás cantar para
cambiar, sino creer para ser llevado a otro lugar con Dios; teniendo conciencia
de su persona cada minuto, cada segundo en todo lo que haces. No necesitarás usar el nombre de Jesús como
un término mágico, sino vivir en su carácter y naturaleza para que todo lo que
hagas realmente sea hecho en su nombre.
No necesitarás hablar mucho de Dios, tus hechos y acciones lo harán por
ti más poderosamente. Por eso tus
familiares y las naciones vendrán a ti y no tú a ellas.
Quiero
decirte que cuando haz sido trasladado a este nuevo tiempo ya no hay
regreso. Haz tocado la libertad en
Cristo y el pleno entendimiento de lo divino en tu vida. Cuando eres despertado a este nuevo tiempo
todo aquello que te sostenía ya no lo necesitarás, aunque te sientas suspendido
en el aire. Precisamente esta sensación
te llevará a entregarlo todo y dejarlo todo por vivir El Tiempo de la Reforma
de Todas las Cosas.
Déjame decirte
que todo aquello que recibes aquí, aunque regresaras y no lo practiques, no te
será quitado jamás. Es la decisión de
Dios de nunca perder contigo. No hay
vuelta atrás. La pasión por traer el
Reino de Dios a tu vida y manifestarlo a la Tierra no será quitado de ti nunca. Tal vez lo adormezcas, pero no morirá.
Aquello que Dios te dio quedará latiendo en ti siempre. Porque la Reforma te alinea con la pasión y los sueños de
tu corazón a nivel personal, familiar y social.
La vida del Reino siempre llevará al hombre a encontrar y vivir su
destino personal; los sueños más profundos de su corazón. Así que para ti, fuera de allí no hay vida
que valga la pena. La vida de muchos en
el inicio de este tiempo juzgará la de todos, nadie escapará de ver el día
grande de Dios para todos los hombres.
Por eso nuestro llamado es a dejar de acomodar las cosas según la moda
del momento. Somos llamados a derribar y
destruir para construir; y en esto
debemos ser obedientes. La Reforma de todas las cosas
implica la remoción de todo aquello que fue de Dios y de todo lo que ha tenido
olor a El, pero que no es El.
Que lo bueno
y lo bonito no te aparte del agradable dolor de la Reforma personal y
social. Si te duele es Reforma… es Dios!
Uios
Hijos
que harán que las cosas sucedan‼
Hijos
que son lo visible de lo invisible‼
Hijos
que dicen sin hablar “El Tiempo llegó”
Hijos
integralmente completos
Hijos
de Dios manifestados en este tiempo‼
Maracay, 2005